Butterfly Effect

viernes, 17 de abril de 2009

Hace unos días justo estaba viendo la movie y no puedo hacer otra cosa si no pensar en que grande es el efecto mariposa, porque somos incapaces de prever los efectos de nuestros actos. Podemos pensar quizás en las consecuencias más graves, pero no tendremos idea de todo lo que desencadenarán estas y a su vez lo que desencadenará lo desencadenado y supongo asi será hasta el infinito. A mi me pasa continuamente, a veces para mal, pero otras para bien y esa es la mejor parte.


Por ejemplo, de todas las platicas que he tenido con un buen amigo y sobre todo las experiencias que ha compartido conmigo, quiero pensar que haya podido aprender algo de esto y de hecho creo que así ha sido. La neta ahora hago introspección y antes no la hacía, no se si no la hacia por no querer o por no saber como.


Anyway, lo que me queda claro es que las cosas tienen una razón de ser, que ocurren por motivos que muchas veces se nos escapan, pero ahí están. Nos conformamos pensando que es el FATE el que rige nuestros actos y puede que sea así, pero no creo que estos estén totalmente descontrolados, sino que tenemos la capacidad para controlarlos en la medida en que es posible. Y justo ahi es donde radica nuestra responsabilidad, en saber aprovechar ese instante para introducir pequeños cambios y hacer que ese destino sea un poco mejor.


No se exactamente cómo hacerlo, pero creo que si tenemos uso de razón es precisamente para ello, porque somos dueños de nuestra vida y de nuestros actos y por ello debemos ser responsables de los mismos. Por la misma razón quizás no sepamos siempre qué consecuencias tendrán los mismos, pero sí sabemos de que seguro las habrá.


Es posible que nuestro destino esté escrito de antemano, como suele decirse, pero creo que podemos cambiarlo pensando en las consecuencias y siendo responsables de ellas. Y justo aqui entra otra parte importante... tenemos corazón también, y eso es algo que muchas veces estará por encima de todo lo demás. Estoy segura que si hay algo que no deberíamos intentar controlar nunca es precisamente eso, porque aunque eso también forme parte de nuestro destino, es la parte que puede llegar a darnos una felicidad completa o hacernos irremediablemente infelices. Los sentimientos y el corazón pueden hacernos felices o no, y eso va formando parte de nuestra experiencia y por ende tiene su razón de ser.


La verdad es que es un poco difícil pensar siempre en las consecuencias, además de que éstas muchas veces son inesperadas… Para muestra un boton, solo hay que pensar en la de veces que haces algo y otra persona se toma como importante una de esas pequeñas acciones que conlleva a otra mayor en la que tú ni te habías fijado… anyway.

1 comentarios:

Toño? dijo...

Completamente de acuerdo.

En una ocasión organicé una fiesta en mi departamento y pegué hojas para avisar, las cuales tenían de fondo los nombres de mis amigos y compañeros de generación. Escribí entre ellos el nombre de una chica con la que únicamente había cruzado palabra en una clase, la conocía sólo de vista.

Ella llegó a la fiesta y me agradeció haberla invitado, al parecer había significado mucho para ella que escribiera su nombre porque nunca la invitaban a las fiestas de la generación por tener un novio algo misántropo.

Pequeños detalles que pueden significar bastante para los demás. Yo he estado también del otro lado.